En esta historia llena de humor y sorpresas, Qiyana se enfrenta a un momento bastante incómodo (¡y vergonzoso!) en el tren. Todo empieza cuando Qiyana, cansada, intenta no dormirse en su asiento… pero finalmente el sueño le gana, y termina apoyándose en el hombro de Sett, quien está sentado a su lado. Sorprendido y totalmente sonrojado, Sett observa a Qiyana mientras duerme. Pero el momento tierno no dura mucho, porque a Sett se le ocurre una traviesa idea para gastar una broma.
Con una sonrisa pícara, Sett se aparta, haciendo que Qiyana pierda el apoyo y se caiga de forma inesperada. La reacción de la gente en el tren no se hace esperar: ¡gritos y miradas de sorpresa llenan el vagón! Mientras Sett se ríe y Qiyana grita de indignación, la situación se vuelve aún más caótica y divertida… ¿Cómo terminará este desastre?
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